Trasladar la clase de Educación Física a la playa es una opción para aquellos centros cuya ubicación geográfica lo permita. Las ventajas son muchas: se conoce un medio nuevo para la actividad física, se aprende a respetarlos y conservarlo, se utilizan materiales no habituales, etc. A continuación se propone una actividad diseñada para una sesión de una hora:
Organización. Para un grupo de cincuenta personas se crean ocho equipos. Habrá dos equipos en cada prueba, que competirán por los puntos en juego.
Prueba 1: Puntería. Se trata de acertar en el interior de dos grandes cubos desde una distancia de cinco metros y lanzando material encontrado en la playa (conchas o piedrecitas). Cada participante realiza un lanzamiento siguiendo el orden de una fila. A continuación pasa al último lugar y aprovecha para buscar "munición". Cuando vuelva a estar en primer lugar, volverá a lanzar. El equipo cuyo cubo tenga más objetos logrará el punto.
Prueba 2. Transporte de bolas de arena. Cada equipo deberá llevar el mayor número de bolas desde la orilla hasta unos aros situados a diez metros. Sólo serán válidas las bolas que estén en perfecto estado. Ganará el equipo que haya transportado más bolas de arena.
Prueba 3. La torre. El objetivo de la prueba es construir la torre más alta. Para ello, cada equipo cuenta con en material disponible en la playa (arena, agua, piedras...) y con material del colegio: una pica y un ladrillo. Logrará el punto la torre más alta.
Prueba 4. La garrafa. Cada equipo tiene una garrafa que está situada a diez metros de la orilla. Ordenados en una fila, tendrán que relevarse dos vasitos de plástico con los que transportar agua desde la orilla hasta el recipiente. Consigue puntuar el equipo cuya garrafa esté más llena.
Al final nos hemos colocado junto a la orilla para una divertida foto.
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